Los escolares que padecen desnutrición no responden de igual manera al proceso de enseñanza-aprendizaje que los niños nutridos en el mismo medio. Este flagelo incide en la participación en clase en la atención (poseen menor capacidad de atención), y manifiesta fatiga. Las capacidades de razonamiento también están afectadas. Los niños mal nutridos tienen disminuida sus posibilidades de respuestas en el proceso enseñanza-aprendizaje. La subalimentación y el estado de pobreza ejercen una influencia fundamental en el desarrollo futuro de las poblaciones con características socioeconómicas adversas.
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